jueves, 20 de noviembre de 2008

25 Maneras De Hablar Para Que Sus Hijos Escuchen











Crecer feliz, educando con cariño

25 maneras de hablar para que sus hijos escuchen
Una gran parte de la educación es cómo hablar con los niños. La forma en al que usted habla con ellos les enseña la forma de hablar con otros. He aquí algunas cosas que hemos aprendido de nuestros hijos:

1-. CONECTE ANTES DE DIRIGIR: antes de dar directivas a su hijo, descienda al nivel de sus ojos y establezca contacto ocular con el, para obtener su atención. Muéstrele como enfocar: “M. necesito tus ojos”-“tus orejas”. Ofrezca el mismo lenguaje corporal cuando esté escuchando a su hijo. Tanga cuidado de que su mirada no sea tan intensa que controle en lugar de contactar.

2-. DIRÍJASE AL NIÑO: “N. quieres por favor….”

3-. SEA BREVE: use reglas de una sola frase. ponga la orden principal en la frase de inicio. Cuarto más tiempo divague, más probable es que su hijo se vuelva sordo para los padres. Demasiado hablar es uno de los errores más frecuentes cuando dialogamos. Produce en el niño la impresión de que usted no está muy seguro de lo que quiere decir. Si le puede mantener a usted hablando, puede mantenerle distraído.

4-. SEA SIMPLE: utilice frases cortas y palabras de una sílaba. observe el modo en que ellos hablan unos con otros y tome nota. Cuando su hijo muestra esa mirada vidriosa y desinteresada, usted ya no está siendo entendido.

5-. PÍDALE A SU HIJO QUE LE REPITA SU PETICIÓN: si no puede, ha sido demasiado larga o demasiado complicada.

6-. HAGA UNA OFERTA QUE SU HIJO NO PUEDA RECHAZAR: usted puede razonar con un niño de dos-tres años, especialmente para evitar berrinches: “vístete para que puedas salir a jugar”. Ofrezca una razón para sus peticiones, que sea para ventaja del niño, y que sea difícil de rechazar. Esto le da un motivo para salir de su posición de poder, y hacer lo que usted le pide.

7-.SEA POSITIVO: en lugar de decir: no corras, diga: dentro caminamos, fuera se puede correr.

8-.EMPIECE SUS PETICIONES CON LA PALABRA QUIERO: en lugar de decir bájate de ahí, diga quiero que te bajes de ahí. Esto funciona bien con niños a los que les gusta agradar, pero no recibir órdenes. diciendo quiero, da usted una razón para agradar, más que una orden.

9-. CUANDO…ENTONCES: cuando te hayas cepillado los dientes, te contaré el cuento. Decir cuando implica que usted espera ser obedecido, mejor que el “si” que da al niño la sensación de que puede optar por hacerlo o no, cuando usted no quería darle opciones.

10-. PRIMERO LAS PIERNAS, DESPUÉS LAS PALABRAS: en lugar de gritar “apaga la televisión y a cenar” acércate a donde está viendo la tv, únete a él un ratito, y en el primer intermedio para anuncios, dile que apague la televisión. Yendo hacia el le convences de que tu requerimiento es realmente serio. De otra manera, lo interpretan como una mera preferencia.

11-.OFRECE ALTERNATIVAS: prefieres ponerte antes el pijama o cepillar los dientes.

12-. HABLA DE FORMA ADECUADA A SU DESARROLLO: cuanto más pequeño sea el niño, más cortas y simples deben ser las órdenes. Considere su nivel de comprensión. Por ejemplo: un error muy común es preguntarle a un niño de tres años ¿Por qué has hecho eso?. La mayor parte de los adultos tienen problemas para explicar su comportamiento. Pruebe a cambio: vamos a hablar de los que has hecho.

13-. HABLE DE FORMA SOCIALMENTE CORRECTA: incluso un niño de dos años puede aprender “por favor”. Espere que su hijo sea educado. Los niños no deberían sentir que la educación es opcional. Hable con sus hijos de la forma en que espera que ellos hablen con usted..

14-.HABLE DE FORMA PSICOLÓGICAMENTE CORRECTA: los comienzos amenazantes o sentenciosos, son propensos a poner al chico a la defensiva. Los mensajes que comienzan con “tu” hacen al niño encerrarse. Los que empiezan con “yo” no son acusadores. En lugar de empezar: “tu debes hacer…” pruebe diciendo:”a mi me gustaría que hicieras….” o “yo necesito que hagas”. No haga una pregunta inicial si la respuesta negativa no es una opción: ¿quieres poner la mesa?. Diga simplemente: pon la mesa por favor.

15-. ESCRÍBALO: los recordatorios pueden derivar en quejas con demasiada facilidad, especialmente en los preadolescentes, que piensan que decirles cosas los sitúa en la sección de esclavos. Sin decir una palabra, puede comunicar todo lo que necesite decir: hable con una libreta y un lápiz. Deje notas humorísticas a sus hijos, siéntese y observe lo que ocurre.

16-. BAJE EL TONO DE SUS HIJOS: cuanto más lato grite el niño, más bajo hable usted. Deje a su hijo ventilarse, mientas usted intercala comentarios de tanto en tanto: “entiendo” o “¿puedo ayudarte?”. Algunas veces solo tener un escucha atento puede disminuir el volumen de una rabieta. Si usted se pone a su nivel, tendrá dos berrinches que manejar. Sea un adulto para el.

17-. SERENE AL NIÑO: antes de dar una orden, restaure el equilibrio emocional del niño, de otra forma está perdiendo el tiempo. Nada profundiza cuando un niño está en un naufragio emocional.

18-. REPITA SU MENSAJE: los niños pequeños necesitan que les repitan las cosas cientos de veces. Los niños con menos de 2 años, tienen dificultad para internalizar sus órdenes. Muchos niños de tres años, comienzan a internalizar órdenes, de forma que lo que usted les dice comienza a calar. Repita cada vez menos veces a medida que su hijo crece. Los preadolescentes contemplan la repetición como una queja.

19-.DEJE QUE SU HIJO COMPLETE EL PENSAMIENTO: en lugar de decir: no dejes ese barullo amontonado. Diga: M., piensa donde quieres guardar tus cosas de jugar al fútbol. Dejar que el niño complete los espacios en blanco es más fácil que sea una lección duradera.

20 -.USE NORMAS RIMADAS: “para cruzar, la manita hay que dar” (esto es una aportación mía, ya que la rima inglesa, no rima en castellano)

21-. DE ALTERNATIVAS QUE GUSTEN: no puedes ir solo al parque, pero puedes jugar en el vecindario.

22-. DE NOTICIAS POR ADELANTADO: vamos a salir enseguida, vete diciendo adiós a los muñecos (o a los otros niños).

23-. ABRIR A UN NIÑO CERRADO: selecciones cuidadosamente frases que hagan abrirse a las pequeñas mentes cuando se cierran. Adhiérase a tópicos que usted sabe que su hijo le entusiasman. Haga preguntas que requieran una respuesta diferente de si y no. Pregunte cosas específicas: en lugar de “¿qué tal lo has pasado en el cole?” pregunte “¿qué es lo más divertido que has hecho hoy en el cole?”

24-. USE CUANDO TU…YO ME SIENTO…PORQUE…: cuando te alejas de mamá yo me preocupo porque podrías perderte.

25-. CIERRE LA DISCUSIÓN: si una cuestión está realmente fuera de discusión, diga no.”No cambiaré mi decisión sobre esto. Lo siento”. Ahorrará tiempo y desgaste a usted y a su hijo. Reserve su tono de voz de “aquí podemos tener un problema” para cuando lo haga.

Hay Que Aprender, No Memorizar


Tunnermann aboga por cambios en método de enseñanza
Hay que aprender, no memorizar

SANTO DOMINGO.-Según Carlos Tunnermann las deficiencias académicas con que ingresan los jóvenes a las universidades proceden de los métodos de enseñanza y de la forma en que preparan a los profesores.

El educador y humanista Latinoamericano explicó que las nuevas corrientes sicopedagógicas exigen que el estudiante aprenda los conocimientos y no que los memorice, ya que crece con rapidez, pero de la misma forma se vuelve obsoleto.

Entrevistado en el programa Diario Libre AM, el educador dijo que las universidades deben enfatizar en que el estudiante aprenda a aprender y de esa forma contribuir a mejorar los niveles educativos.

"Los profesores no están evaluando si el estudiantado aprende los temas que está en el pensum, hace evaluaciones más cuantitativas que cualitativas y como resultado van pasando los grados y realmente no están comprendiendo los temas", agregó.

En ese sentido, expresó que el profesorado debe convertirse en un investigador pedagógico que vaya al aula a suscitar aprendizaje y al mismo tiempo dar seguimiento al trabajo de los estudiantes, cultivando en ellos el razonamiento.

"En el caso de las matemáticas los profesores emiten el primer día un sentimiento de pánico al decirle a los estudiantes que es la materia más difícil. Las matemáticas se pueden enseñar aplicando métodos lúdicos, se puede enseñar jugando", agregó.

Tunnermann hizo un llamado a las universidades a revisar continuamente los programas de estudios a fin de que los mismos estén sujetos a constantes cambios.

martes, 18 de noviembre de 2008


Estamos Criando Vagos. QUE REALIDAD!!!


Artículo del Psiquiatra César Mella,

Hay que llamarlos varias veces en la mañana para llevarlos a la escuela. Se levantan irritados pues se acuestan muy tarde hablando por teléfono o conectados a la Internet.

No se ocupan de que su ropa esté limpia y mucho menos ponen un dedo en nada que tenga que ver con 'arreglar algo en el hogar'.

Idolatran a sus amigos y viven poniéndoles 'defectos' a sus padres a los cuales acusan a diario de que 'están pasaos'.
No hay quien les hable de ideologías, de moral y de buenas costumbres, pues consideran que ya lo saben todo.

Hay que darles su 'semanal' o mesada de la que se quejan a diario porque 'eso no me alcanza'.

Si son universitarios siempre inventan unos paseos de fin de semana que lo menos que uno sospecha es que regresarán con un embarazo o habiendo fumado un pito de marihuana.

Definitivamente estamos rendidos y la tasa de retorno se aleja cada vez más, pues aún el día que consiguen un trabajo hay que seguir manteniéndoles.

Me refiero a un segmento cada vez mayor de los chicos de capas medias urbanas que bien pudieran estar entre los 14 y los 24 años y que para aquellos padres que tienen de dos a cuatro hijos constituyen un verdadero dolor de cabeza.

¿En que estamos fallando?

Para los nacidos en los cuarenta y cincuenta el orgullo reiterado es que se levantaban de madrugada a ordeñar las vacas con el abuelo; que tení¬an que limpiar la casa; que lustraban sus zapatos; algunos fueron limpiabotas y repartidores de diarios; otros llevábamos al taller de costura la ropa que elaboraba nuestra madre o tení¬amos un pequeño salario en la Iglesia en donde ayudábamos a oficiar la Misa cada
madrugada.

Lo que le pasó a nuestra generación es que elaboramos un discurso que no dio resultado: '¡Yo no quiero que mi hijo pase los trabajos que yo pasé!'.

Nunca conocieron la escasez, se criaron desperdiciando, a los 10 años ya habí¬an ido a Disney World dos veces cuando nosotros a los 20 no sabí¬amos lo que era tener un pasaporte.

El 'dame' y el 'cómprame' siempre fue generosamente complacido y ellos se convirtieron en habitantes de una pensión con todo incluido que luego querí¬amos que fuera un hogar.

Al final se marchan al exterior a la conquista de una pareja y vuelven al hogar divorciados o porque la cosa 'se les aprieta' en su nueva vida.

Los que tienen hijos pequeños pónganlos los domingos a lavar los carros y a limpiar sus zapatos. Un pago simbólico por eso puede generar una relación en sus mentes entre trabajo y bienestar.

Las hembritas deben desde temprano aprender a lavar, planchar, cocinar para que entiendan la economí¬a doméstica en tiempos que podrí¬an ser más difí¬ciles.

La música metálica, los conciertos, la tele, la moda y toda la electrónica de la comunicación han creado un marco de referencia muy diferente al que nos tocó.

Estamos compelidos a revisar por los resultados si fuimos muy permisivos o si sencillamente hemos trabajado tanto que el cuido de nuestros hijos queda en manos de las domésticas y en un medio ambiente cada vez más deformante.

Ojala que este mensaje llegue a los que tienen 'muchachos chiquitos' pues ya los abuelos pagaron la transición...